Desde hace unos días podemos contemplar como la Reina del Convento Franciscano luce la vestimenta apropiada para esta época de luto. Sin lugar a dudas un trabajo exquisito. La dolorosa de Pasión luce vestida de riguroso negro portando como ha hecho años atrás una corona de espinas en su mano derecha.
No podemos ignorar la excelente corona obra del siglo XVIII del conocido Damián de Castro.
"No hay rosas sin espinas. No hay Resurrección sin Pasión".
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