Antigua devoción: Ntra. Sra. del Rosario (La Dorada).

La Capilla de Ntro. Padre Jesús Nazareno también guarda en su interior una de las joyas de nuestra Lucena antigua, concretamente una devoción mariana con la advocación de Ntra. Sra. del Rosario, conocida popularmente como "La Dorada"

Antes de la reforma del templo de San Pedro Mártir podíamos ver a esta sagrada efigie en la segunda nave de la Capilla, compartiendo estancia en una de las hornacinas con la Santa Mujer Verónica y Santa María Magdalena.

Pero viajando aún más en el tiempo, esta antiquísima talla tenía una fuerte devoción entre los dominicos lucentinos. De hecho, en la actualidad, se ha recuperado una de las capillas de San Pedro Mártir de Verona (su antiguo templo) donde se le daba culto y estaba dedicada a los misterios del Rosario.

Se conocen datos de que ya en los comienzos de la orden dominica, allá por 1578, La Dorada presidía el altar mayor del Templo de San Pedro Mártir. Hoy en día, tras la reconstrucción de dicho templo, en su campanario podemos encontrarnos a una de las campanas con el nombre de "Rosario" en honor a su advocación y la talla ocupa un lugar privilegiado en la nave principal de la Capilla de Nuestro Padre, en la misma que San Juan Evangelista y Ntra. Sra. del Socorro.

También esconde un milagro en su historia,  ya que a uno de los dominicos se le apareció esta imagen con un brillante resplandor mientras rezaba y desde entonces la Santísima Virgen es honorada por el sobrenombre de La Dorada.

Como dato curioso, en el fatídico incendio que hubo a mediados de los 90 en la Capilla de Ntro. Padre Jesús Nazareno, en la zona donde se encontraba la imagen todo quedó carbonizado a su alrededor menos ella.

Sin duda la Archicofradía de Ntro. Padre le sigue dando un lugar a esta imagen entre nuestras devociones. Aunque su historia solo sea recordada por la Lucena antigua, hoy podemos encontrarla en un lugar visible y cercano a todos los feligreses y devotos.

Aquí os muestro unas imágenes de esta antigua obra, no sin antes mostrar mi agradecimiento a Miguel Ángel Moreno y Óscar Ortigosa por su ayuda respecto a la información sobre su historia.

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